LA NACION CAMBA Y EL MAR.

0 Posted by - 06/04/2011 - Editorial

S.R.A. Gutiérrez.

A diferencia de lo que piensan los cerebros que gobiernan y desgobiernan a su antojo el país del “nunca jamás” y donde la maldad y el sadismo se convierte en la máxima expresión de la política populista y callejera, o cuando las tribus gubernamentales capitaneadas y bajo la batuta del iluminado dirigente de los ponchos rojos el hoy Senador del Mas- Eugenio Rojas –en un gesto humanitario, ahorcaron y degollaron en plaza pública inocentes perros que simbolizaban a los autonomistas cambas, animados por una turba de trogloditas que expresaban a gritos histéricos su victoria simbólica sobre la levantisca Nación Camba, como un acto premonitorio de lo les podía suceder a estos si proseguían en su lucha desigual por liquidar los últimos vestigios coloniales del centralismo Altoperuano –para el beneplácito de nuestros democráticos vecinos de la UNASUR, con las dispensaciones del caso, por supuesto.

Cuando en la reunión de Quito desconoce olímpicamente nuestro “Derecho de Libre Determinación”, se pudo verificar que Los Pactos y las declaraciones de la inútil ONU solo sirven como sustituto del papel higiénico.

Como ya es tradición en un país kafkiano donde todo lo que parece ser verdad había sido mentira, o cuando a las dictaduras vestidas de democracia se le acaban los argumentos, el palo y la comida, en el horizonte de la emergencia política aparece el enemigo principal, que, en algunos casos tiene cara de Camba, pero en otros casos -tiene cara de Mar, y cuando se habla de Mar, aparecen los malvados “Rotos” del desierto de Atacama y se presentan ante el mundo con el apodo de chilenos.

No se hallan muy lejanos aquellos esplendorosos e idílicos días, cuando el señor Morales –Presidente del Estado plurinacional de Bolivia jugaba tuja de esconderse enterrando piedras fundamentales en una cancha de futbol en compañía de la Presidenta Bachelet –su enemiga principal y chilena, celebrado el inicio de las monumentales obras de la UNASUR a muy pocos kilómetros de una de las mayores factorías productoras de pichicata ubicada en el trópico de Cochabamba, refugio eventual del ex presidente Lula del Brasil.

Pero como al régimen de los mil años, de la 36 naciones indígenas y del socialismo Andino-Amazónico, cuya popularidad comienza a colocarse a la altura del piso. Estado virtuoso que fomenta oficialmente el contrabando mientras en los aeropuertos internacional los sabuesos del régimen revisan hasta la cartera de las damas para demostrar su honestidad a toda prueba, mientras la plata mana a borbotones como un gracia celestial gracias a las exportaciones de cocaína a todos los rincones del planeta. Los narcogenerales y los narcoamautas ya no cuentan, los dólares caen del cielo como los tipos camuflados de la DEA y las prisiones de todos los países vecinos y los distantes se llenan de arrepentidos maldiciendo su mala leche. Mientras tanto, los adoradores de las piedras que se proclaman en todos los foros mundiales defensores insobornables de la naturaleza, invaden machete en mano, incluyendo moto-sierras, todas las reservas forestales, los parques naturales y los santuarios ecológicos, plantando la hoja sagrada de los Incas: La Coca. Y lo peor del caso es que aun existe una legión de gaznápiros que se la creen, principalmente los eco-fascistas europeos, entre otros.

El problema es que la culpable de todas las desgracias había sido la falta de mar, o lo que es lo mismo, que el atraso milenario de este país de mentira solo se explica por la inexistencia de un puerto marítimo soberano y propio de donde puedan zarpar los cargueros del Estado Plurinacional para darle la vuelta al mundo, como las carabelas de Colón o los navíos de Magallanes, los mismos que salieron de Europa y acabaron en la China. Los fabricantes de las balsas de Totora que surcan el Titicaca a falta de un mar mayor, deben sentirse frustrados por la falta de una oportunidad que se lo niegan los Rotos desde hace más de 100 años.

Pero alguien tiene que explicar porque una sociedad radicalmente mediterránea como la sociedad Camba, ubicada a más de 1.000 Km, de cualquier costa marítima tiene un nivel de desarrollo social comparable a los países de Este europeo? Y donde el único mar es el verde de la selva infinita.

El problema es que la república de bolívar fue creada por Dios el 6 de agosto de 1.825 mediante Decreto Divino y quienes se atrevan a cuestionar este gesto celestial, incluyendo su centralismo troglodita, no solamente son condenados al infierno, sino que también pueden ser condenados a 30 años de prisión sin derecho a indulto; por lo menos eso dice el mamarracho constitucional aprobado en el cuartel Sucre, cuyos constituyentes fueron protegidos de la masa bárbara por una muralla infranqueable formada por proyectiles de verdad disparados por los valiente fusiles que defendieron la heredad territorial de la República de Bolívar, incluyendo el Mar, aquel Mar con su puerto soberano que hasta hoy lo lloran los que lo vendieron.

Si tenemos que revisar todos los pactos, actas o tratados, comenzaremos cuestionado la invención de Bolivia, el Tratado de Madrid de 1.775 donde la corona española le cede a la corona portuguesa la mitad del continente sudamericano gracias a los encantos sexuales de Doña Barbar de Bragança y las debilidades de su libidinoso Rey Don Fernando VI. O también cuestionemos el Tratado de Ayacucho donde Melgarejo cede al Brasil toda la ribera occidental del Rio Madera desde el paralelo 6 hasta abajo incluyendo el curso superior del rio Paraguay, o revisemos nuestros límites con Paraguay, Argentina, Perú y hasta es oportuno reclamar a los saqueadores españoles la plata y el oro que se robaron de nuestras minas por más de 300 años. Es hora de volverse loco.

Pero en el globalizado mundo del siglo XXI, la ausencia o la sobra de agua salada convertida en mar, ya no sirve como pretexto para justificar la miseria suprema de vastos sectores de la población urbana o rural, ni tampoco sirve para encubrir falencias estatales que se arrastran por casi 200 años y que convierte un país creado por Decreto Divino en la Biafra latinoamericana, o un Haití (rodeado de mar, de peste y miseria). Ya no se justifica que el Estado Plurinacional de molde racista compuesto por Indígenas, originarios o campesinos (población minoritaria) siga siendo el paradigma modélico que trata de imponer la mente delirante de sus gestores palaciegos por encima de una población mestiza , urbana y declaradamente mayoritaria; un país lumpen donde se destina el 50% de la renta nacional para pagar ejércitos inútiles y burocracias parasitarias, mientras apenas el 3% se lo dedica a la salud y otro tanto a la educación, mientras los pasillos de los hospitales se llenan de moribundos azotados por el flagelo del Dengue hemorrágico, la tuberculosis y otras plagas como productos de la prosperidad nacional. Centenares mueren por falta de una aspirina.

Resulta paradójico que se importen alimentos por vía aérea, mientras el régimen de los mil años ataque sin tregua ni piedad al “enemigo interno” que lo representa nada menos que la “odiosa y antinacional oligarquía Camba” que produce nada menos que el 80% de todos los alimentos que consume el país, aclarando que oligarquía Camba es todo aquel que no mama del Estado y no es andino – como aquellos que promueven la invasión cuasi-legal de sus tierras productivas, para luego ser transferidas mediante leyes amañadas y espurias a los traficantes de tierras proveniente de la etnia altiplánica Aimara. Aquí, el racismo se junta a las ganas de joder.

Si después de una nacionalización de opereta, donde el Jefe del Estado Plurinacional, acompañado por fracción del valeroso ejercito del altiplano, toma por la fuerza las instalaciones de PETROBRAS-entre otras (con la complicidad de Lula da Silva), instalaciones valerosamente defendidas por una secretaria y un portero; esto le pone la cruz a la inversión extranjera y a partir de aquí no se invierte un centavo para renovar las reservas energéticas y se acaba importando desde la gasolina para mover el parque automotriz, hasta el gas de cocina. Estamos a pocos pasos de llegar a la época de las cavernas

Frente a este colapso político-social siempre existe la posibilidad de reclamar el mar y de resucitar al “enemigo principal” ya que a falta de mejores alternativas, solamente el Mar podrá salvar al país del altiplano.

Puede ser que llorar a los muertos haga bien a la salud mental, pero una cuestión debe quedar bien clara: nosotros los Cambas de tierra adentro, no necesitamos del mar, porque nosotros somos el MAR.