Los hunos y los otros

0 Posted by - 20/09/2012 - Articulos

Los Hunos que bajan de las altiplanicies altoperuanas sosteniendo filosas moto-sierras para rendir el culto a la Pacha Mama (Madre Tierra -en la versión Aymara andina) derrumbando árboles centenarios para abrirse paso y convirtiendo en cenizas los bosques tropicales cruceños que por desgracias hacen frontera con la más grande factoría del cultivo oficial de la coca-para-cocaína en el trópico cochabambino. Unos 80 sindicatos de supuestos “colonizadores” ha decidido convertir en desierto uno de los bosques mas exuberantes de América del sur: la Reserva forestal del Choré (3 m3/hect.) el mismo que, además de la riqueza y biodiversidad que contiene presta inestimables servicios ambientales ya que de su masa boscosa depende el régimen de lluvia que da vitalidad a la extensa región agrícola de Santa Cruz, constituida por unas 8 millones de hectáreas, de donde se alimenta, y gratis, el laborioso país del altiplano.

Y decimos que se alimenta gratis por que la burocracia imperial minero-céntrica ha decidió poner precios a los productos agropecuarios Cambas para que se ajusten a la voracidad de su estomago, recurriendo al expediente simple de trancar las exportaciones de productos alimenticios que también demanda el mercado internacional (soja, carne, maíz, etc.). Se podría pensar que los productores locales son unos desalmados por que pretenden ganar plata afuera mientras los pobres de dentro se mueren de hambre, pero no es así. No más del 20% de la producción agrícola resulta más que suficiente para abastecer y a precio justo el mercado interno, mientras los excedentes se pudren en los silos o en la intemperie por la saturación de los centros de almacenaje. La mentalidad andina es joder a la producción y a los productores para liquidar la odiosa “oligarquía Camba” compuesta por más de 80 mil unidades productivas, entre pequeños, medianos y grandes productores.

Por si faltaran pestes y maldiciones incásicas, los terroristas ecológicos protegidos por el manto sagrado del “Proceso de Cambio” que lo encabeza el Gran Cacique Mayor y las 36 Tribus contenidas en la falsa Constitución Política de la Calancha. Así y de esta forma, la imbatible bandera de los “bandeirantes” interculturales (migrantes andinos), los mismo que defendieron, hasta el último hombre, la costa marítima del Pacifico usurpada impunemente por los cobardes “rotos” chilenos, sin contar el heroísmo y el sacrifico de los valientes Altoperuanos que surcaron los ríos amazónicos explotando los gomales en la selva inhóspita, conteniendo a punta de fusil el avance de los aventureros lusitanos, pero triplicando de paso la extensión territorial del país (los cruceños perdieron un tercio de su población en la aventura amazónica) sin que les cueste un peso ni al Estado ni a la oligarquía minera, más preocupados en cobrar impuestos, vender territorios ajenos y tender los ferrocarriles de sus minas a los puertos del Pacifico. Hoy se creen dueños de todo sin derecho alguno.

Esa misma plaga planetaria hoy se abate como langostas sobre nuestros bosques apropiándose de un espacio que no les pertenece. Su innegable vocación ecologista centrada en el concepto “pachamamista”, tienen la osadía de instalar campamentos clandestinos dotados de antenas parabólicas, maquinas agrícolas de última tecnología y otras franquicias muy propias de la odiada burguesía Camba.

Pero la historia de esta infamia viene de antes. Bajo la presión militar del ejército colombiano (en retirada), que exigía el pago de los costos de guerra a ser honrada por la Plata de las minas de Potosí, en conspiración abierta con la oligarquía burocrática-minera de la ciudad de La Plata (hoy Sucre) y la Logia Chuquisaqueña, la misma que sin más moral que su propia hipocresía, usurpo el poder de los guerrilleros de la independencia (Moto Méndez, Juana Azurduy, Cañoto o Warnes, entre otros), y en una actitud abiertamente SEPARATISTA, decide romper con las Provincias Unidas del Rio de la Plata (donde estábamos incluidos a partir del Congreso de Tucumán) para crear su “propia republiqueta” en plena estepa altiplánica sin otra viabilidad que su propia disolución a largo plazo. A esto se le agregan dos traidores (cruceños) que estamparon su firma en una de las tantas actas escritas para declarar la independencia nacional del país del altiplano (1825). Estas firmitas sacadas de los pelos y algunos billetes de yapa, les sirvió de argumento para que los usurpadores de nuestra soberanía se asuman dueños de nuestros bienes y vidas, para que se crean con derechos divinos para convertirnos en sus vasallos y de paso, en su colonia más rentable.

El Diario ELDIA (26/8/2012) afirmaba: “Miembros y representantes de las Asociaciones Sociales del Lugar (ASL) en el municipio de Santa Rosa, denuncian que son constantemente intimidados por los sindicatos de “colonizadores” que hay dentro de la reserva, para evitar que estos puedan trabajar en el lugar pese a que tienen las concesiones y autorizaciones del caso. El martes pasado, las ASL denunciaron amenazas de alto calibre a través de una carta que le hizo llegar la Asociación de Sindicatos Jenecherú II, en la que dan un plazo de 24 horas para que los comunarios que trabajan de forma sostenible en la reserva salgan de la misma, ya que caso contrario “se verán obligados a tomar otras medidas” según se lee en el documento que tiene en vilo a los pobladores (nativos) que viven de este oficio y que tienen vetado su ingreso al lugar por los colonos”.

El Virrey de la ABT (Agencia de Bosques y Tierras) el prepotente Cliber Rocha que es “el dueño de las tierras y los bosques” cruceños tomados a nombre del Estado Aimara, se ha negado sistemáticamente a responder a estas demandas, y más bien por el contrario, sino fomenta por lo menos tolera estos depredadores que arrasan la selva a la sombra de la Wipala (Bandera Aimara).

En la última década, no menos de 100 mil hectáreas de bosques fueron convertidas en cenizas y la explotación clandestina de maderas nobles supera con creces varios millones de metros cúbicos, además de la pérdida irreparable del bosque húmedo amazónico, en detrimento del régimen de lluvias, la biodiversidad y a favor del calentamiento global.

Los HUNOS que toman nuestras tierras, inclusive tienen la osadía de cobrarnos impuestos por el derecho de respirar el aire negro que proviene de los bosque que se calcinan por el fuego de los barbaros, a lo que se suma el despojo de nuestros recursos naturales (sumado al hecho que nos obligan a aprender su idioma -el Aymara-quechua), está haciendo que los OTROS vayan tomando conciencia crítica de esta anomalía política y este racismo descarado. Por eso y cada vez con más fuerza el Nacionalismo Camba va ganando los espacios que antes permanecían cerrados. Porque, siendo “lo Camba” un sentimiento universal lejos de cualquier etnicismo, y siendo una raza cósmica, es un hecho irrebatible que el Camba nace donde le da la gana, pero lo que no sabemos es hasta cuándo podrán tolerar la invasión de los HUNOS.